jueves, 11 de diciembre de 2008

Un trozo de tarta

Eete es el título de un minirelato, flojo como todos los míos, que se me ocurrió escribir ayer pensando en la Navidad.
Aunque no haya sido mi fuente de inspiración hay una película europea, que se llama Feliz Navidad (Joyeux Noël), ambientada en la Primera Guerra Mundial y protagonizada por Diane Krüger. Nunca he conseguido acabarla de ver y le tengo que dar una tercera (o cuarta) oportunidad a ver si es la definitiva.



Y aquí está un trozo de tarta, ¡que aproveche!

Aquella noche también estaba nevando. Eddie y Jack estaban muy juntos, dándose calor el uno al otro, sentados en el fondo de la trinchera y tapándose como podían con un pesado capote. Los brillantes destellos de la artillería alemana surcaban el cielo y, a lo lejos, se oía el sordo rumor de las explosiones.

Los dos permanecían en silencio, sumidos en sus propios pensamientos, tal vez de algún momento mejor, pero conscientes el uno del otro y reconfortados de su mutua presencia. Un obús del 88 explotó a escasos metros de su refugio pero a estas alturas de la guerra aquello ya no los impresionaba. En ese momento, una silueta emergió por encima de la trinchera sobresaltándolos y poniéndolos alerta. Era el Sargento Dean, que aquella noche había conseguido traer la cena a través de las alambradas.

- Chicos, ¡hoy os traigo postre! un trozo de tarta para ambos. Esta noche no creo que quieran atacar... disfrutadla, ah, y una gran sonrisa iluminó su cara, y ¡Feliz Navidad!.

No hay comentarios: